D. JUAN CARLOS LUIS NAVARRO
Médico
S. de Anestesiología, Hospital Virgen del Rocío
U. de Cuidados Intensivos, Clínica Quirón
Sevilla (España)
La capnografía es la monitorización de la presión parcial de dióxido de carbono (CO2) en el aire espirado e inspirado durante el ciclo respiratorio. Es una técnica no invasiva, basada en la absorción de ciertas longitudes de onda de luz infrarroja por el CO2, que informa sobre la ventilación alveolar, la perfusión pulmonar y la producción de CO2. La monitorización del CO2 puede hacerse con dispositivos que muestran la información en forma de onda (capnógrafos), con dispositivos cuantitativos (capnómetros) o semicuantitativos (colorímetros).
En el ámbito de la reanimación, la capnografía está incluida entre las técnicas avanzadas de monitorización en tiempo real para mejorar la calidad de la RCP (1), útil tanto para comprobar la colocación del dispositivo de ventilación como para evaluar la calidad de la ventilación y la circulación.
Confirmación de la Intubación Traqueal (IT)
El registro continuo de la onda de capnografía es el método más sensible y específico para confirmar la correcta colocación de un tubo endotraqueal, así como para detectar la extubación no intencional, y debería suplementar a la valoración clínica (auscultación y visualización del tubo a través de las cuerdas) (clase 1, nivel de evidencia A) (2-3). Sin embargo, la exactitud de colorímetros y capnómetros sin onda no es superior a la auscultación y la visualización directa para confirmar la posición traqueal de un tubo en víctimas de parada cardiaca. En ausencia de capnografía con forma de onda, cuando esté indicado el manejo avanzado de vía aérea, puede ser preferible utilizar dispositivos supraglóticos de vía aérea (2).
El registro continuo de la onda de capnografía es el método más sensible y específico para confirmar la correcta colocación de un tubo endotraqueal, así como para detectar la extubación no intencional, y debería suplementar a la valoración clínica (auscultación y visualización del tubo a través de las cuerdas) (clase 1, nivel de evidencia A) (2-3). Sin embargo, la exactitud de colorímetros y capnómetros sin onda no es superior a la auscultación y la visualización directa para confirmar la posición traqueal de un tubo en víctimas de parada cardiaca. En ausencia de capnografía con forma de onda, cuando esté indicado el manejo avanzado de vía aérea, puede ser preferible utilizar dispositivos supraglóticos de vía aérea (2).
La curva de capnografía precedente muestra un cambio brusco
en la forma de la onda relacionado con acodamiento parcial del tubo
endotraqueal al movilizar al paciente (primera onda) y su resolución al
enderezar el tubo (segunda onda).
Calidad de la RCP
Calidad de la RCP
Puesto que la sangre debe circular a través
de los pulmones para exhalar CO2, la capnografía informa de la
eficacia de las compresiones torácicas y del restablecimiento de la circulación espontánea. Aunque
el papel de la capnografía en la detección de la RCP efectiva se conoce desde
hace años, no se ha incorporado a las guías de práctica clínica hasta hace poco (4).
Durante la RCP el trazado de la capnografía
debe mostrar ondas positivas, un trazado plano debe alertar de la colocación
inadecuada del tubo endotraqueal (4). Cuando el gasto
cardíaco es nulo, el valor de la PCO2 en el aire espirado es cercano
a cero. Un incremento ligero es un marcador fiable de que la reanimación se
está realizando correctamente, mientras que compresiones torácicas ineficaces
estarán asociadas con un bajo nivel de CO2 espirado. Una elevación súbita y sostenida es indicador
precoz de recuperación de la circulación espontánea (3). La reducción del gasto cardíaco o
un nuevo paro en un paciente al que se le había restablecido la circulación espontánea
también provoca una disminución del CO2.
La persistencia de valores de CO2
teleespiratorio (EtCO2) bajos (≤ 10 mmHg) es un indicador de la no
recuperación del paciente, mientras que niveles altos de EtCO2 se
asocian a mayor supervivencia, aunque es difícil determinar el valor
pronóstico, ya que el EtCO2 depende de la eficacia de la RCP, pero
también de otros muchos factores que pueden haber causado la parada cardiaca (5), a pesar de lo cual podemos afirmar que valores de ETCO2 inferiores a 10 mmHg a los 20
minutos de iniciar la RCP son un fuerte predictor de mortalidad y están en desarrollo
modelos matemáticos más predictivos que permitan hacer una indicación precoz de
soporte extracorpóreo (4).
- Morley PT. Monitoring the quality of cardiopulmonary resuscitation. Curr Opin Crit Care 2007;13:261-7.
- Neumar RW, Otto CW, Link MS, Kronick SL, Shuster M, Callaway CW, Kudenchuk PJ, Ornato JP, McNally B, Silvers SM, Passman RS, White RD, Hess EP, Tang W, Davis D, Sinz E, Morrison LJ. Part 8: adult advanced cardiovascular life support: 2010 American Heart Association Guidelines for Cardiopulmonary Resuscitation and Emergency Cardiovascular Care. Circulation 2010;122:S729-67.
- Nolan JP, Soar J, Zideman DA, Biarent D, Bossaert LL, Deakin C, Koster RW, Wyllie J, Bottiger B. European Resuscitation Council Guidelines for Resuscitation 2010 Section 1. Executive summary. Resuscitation 2010;81:1219-76.
- Kodali BS. Capnography outside the operating rooms. Anesthesiology 2013;118:192-201.
- Heradstveit BE, Sunde K, Sunde GA, Wentzel-Larsen T, Heltne JK. Factors complicating interpretation of capnography during advanced life support in cardiac arrest--a clinical retrospective study in 575 patients. Resuscitation 2012;83:813-8.
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